Encontrar un regalo original, curioso y personalizado es a lo que nos enfrentamos en un cumpleaños, el día de la madre, un aniversario, o simplemente cuando nos apetece hacer algo especial con un ser querido.
Sinceramente, no soy muy buena en esto de los días señalados y la mayoría de las veces no sé qué regalar, bueno sí, pero se me va de presupuesto.
Pensando en el 65 cumpleaños de mi abuelita, quería algo que por sí solo dijese “te quiero” y se me ocurrió que la forma era regalándole bienestar. ¿A quién no le gusta que le acaricien con cálidos aceites, un masaje relajante, un lifting para sus arrugas o que le envuelvan con barros del mar muerto?.
Desde luego que entre las opciones de regalos originales que tenía, este ganaba por goleada, y además al alcance de mi bolsillo, estábamos hablando de 65 € en uno de los mejores centros de belleza de Madrid.
Teléfono en mano, me puse en contacto con el Salón de Belleza Germaine Goya, un conocido Centro Estético abanderado por Germaine de Capuccini, al que sigo por sus continuas presentaciones en prensa de tratamientos de belleza y porque se habla maravillas de él. Además, el hecho de ir a Madrid y darnos un garbeo por las tiendas de la calle Goya, era sin duda un plus para el regalo, del que yo también iba a disfrutar!.
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Lo tienen bien organizado, la compra de la tarjeta regalo la haces online en su web, en unos días la recibes en casa en un sobrecito bien chulo y ya solo debes pedir cita y elegir entre sus exclusivos tratamientos de belleza, que son una auténtica maravilla!.
Nuestra elección fue un tratamiento de radiofrecuencia facial, del que había oído hablar muy bien por su efecto flash anti-arrugas y porque es súper relajante. Se trata de una máquina que genera calor interno en nuestra piel al que se suman los activos de los aceites que emplean, logrando reactivar la producción de colágeno y elastina, justo lo que le falta a una piel envejecida.
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Lo cierto es que el color y la apariencia de la piel de mi abuelita se vieron visualmente mejorados y lo más importante, ella se veía más joven. El resto se lo notamos un montón, pero más allá de ese efecto flash, me quedo con el rato tan agradable que pasó, con el mimo de la atención recibida, los olores, la música y la grata experiencia para los sentidos que recibes al estar en un lugar realmente bonito.
Creo que la elección de una tarjeta regalo belleza es la manera original, cómoda y económica de acertar siempre con tus regalos, desde luego más personalizado imposible!
Sed felices.
